martes, 31 de julio de 2012

Notas (YERKO MEDINA)

Nota primera.
Será que vivo otra vez la representación de una obra sin fin, reencarnando a un mismo personaje en un ambiente distinto, siendo este atormentado por la misma condición.
Será más ajena que propia la pertenencia de esta voz, de estos cuerpos, de esta carne y huesos, cada uno siendo parte de un vestuario común para un siempre variable elenco.
Será que la propiedad es una artimaña de manipulación.
Es ahora que la vida me parece la más trágica novela, o quizá el horror mejor armado.

Nota segunda. (Escrita apenas terminada la primera)
Será que me enamoré del seno ajeno, del vientre materno, o será que confundo el vientre virgen con la muerte del no nato.
Ausente grito noctambular, ya serás domesticado por el fierro afanoso.
Miento pues sabiendo que no puedo pretender el dominio de lo que deseo dejar en libertad.

Nota Tercera.
Aquel sapo pétreo insiste en querer hablarme, algo tiene que decir, pero no le doy oportunidad de decirlo.

Nota Cuarta.
De esperar se tratan estos tiempos en que los presurosos gobiernan con fuerza y los pacientes descansan durante este eterno invierno acaecido repentinamente sobre nuestras cabezas a la par con la tecnología. Así el que es manso se ve descolocado y no le queda más que renegar de aquello que se le presenta, transformándose de esta manera en un desertor de lo humano en la mayor universalidad del término.

Nota Quinta. (Al aire)
Conservo la calma mientras se me atiende con la bienvenida belleza. Enciende la llama irlandesa con ese whisky ojos penetrantes y llénalo de tu pubis castaño. Saborea estos labios en tu mente mientras yo penetro la consciencia de tu sexo revolucionado. Robaste el ambiente bien conocido y lo reemplazaste por la masa odiada, pero no puedo negar lo indecoroso de mis deseos. Hacienda del placer prohibido, ábreme tus puertas de mujer madura y traiciona el sentir acostumbrado. La luna me traiciona. Corrígete, enmienda tus errores. Nerviosismo en la mirada empañada por el humo intencional. Una vez más confundo la relación indecorosa pensándola una virgen cuando en realidad deseo a quien no debo, puesto su vientre fue ocupado por un pene naciente, flácido, pequeño pero igual de pecaminoso.

Nota sexta.
No pienso, por ende no existo. Hazme existir cálida vagina de mujer.
Roja tu vestimenta como rosadas tus mejillas, corriente hiladora, encuentra el rojo hilo.
Bienvenido el trasero de nuevo busto.
Recíbeme pensamiento alienado por soledad y alcohol.
Música carnavalesca, te odio con mi ser enajenado y docto.
Bien recibida atención, te agradezco en letras que no conocerás.
 Yerko Medina
 
 
 

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