lunes, 5 de septiembre de 2011


Raúl Zurita

INRI


Sorprendentes carnadas llueven del cielo.
Sorprendentes carnadas sobre el mar. Abajo el
océano, arriba las inusitadas nubes de un día claro.
Sorprendentes carnadas llueven sobre el mar. Hubo
un amor que llueve, hubo un día claro que llueve
ahora sobre el mar.

Son sombras, carnadas para peces. Llueve un día
claro, un amor que no alcanzó a decirse. El amor,
ah sí el amor, llueven desde el cielo asombrosas
carnadas sobre la sombra de los peces en el mar.

Caen días claros. Extrañas carnadas pegadas de días
Claros, de amores que no alcanzaron a decirles.

El mar, se dice del mar. Se dice de carnadas que
llueven y de días claros pegados a ellas, se dice que de
amores inconclusos, de días claros inconclusos
que llueven para los peces en el mar.



Mares

Fueron arrojados. Como prendidos de extrañas
Semillas, campos arados cubren el mar.

Del libro Inri

 

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